Los zombis se han convertido en parte esencial de la cultura popular. Estamos ante una auténtica invasión. Están por todas partes, en películas, series de televisión y cómics, en formas y contextos tan ricos y variados como siempre. Pero, ¿existen casos reales de zombis? Cuál es la probabilidad de que un ser humano se convierta en un muerto viviente? 🧟
Tanto si eres un fanático de los zombis como si simplemente buscas una respuesta más «científica», bienvenido a nuestra tienda online. La muerte, las calaveras, los zombis y todo lo que tenga que ver con este universo a veces oscuro y a menudo estrafalario son nuestra especialidad. Hoy, como habrás adivinado, vamos a responder a esa pregunta legítima: «¿Existen los zombis?».
Después de leer este artículo, podrás distinguir claramente entre un muerto viviente, un zombi, un cadáver reanimado, así como otros términos que a veces se confunden. También aprenderás por qué existen los zombis (en cierto modo) y cómo protegerte de ellos. 🔥PRODUCTOS DEL MOMENTO🔥
Vayamos ahora al meollo de la cuestión 😉 .
Origen de los zombis
La palabra «zombie» (originalmente deletreada «zombi») apareció en la lengua inglesa en el siglo XIX, cuando el poeta Robert Southey la mencionó en su «Historia de Brasil». Según el diccionario, la palabra procede del criollo de Luisiana o criollo haitiano «zonbi», y está relacionada con el término «nzúmbe», que significa fantasma. 👻
La palabra se refiere a criaturas del folclore haitiano que originalmente eran simplemente fantasmas. Sin embargo, con el tiempo, el concepto evolucionó para referirse a una persona dejada inconsciente por un hechicero, que se encontraba en estado de muerte mientras seguía animada, convirtiéndose así en el esclavo del hechicero.
Hoy en día, la gente utiliza la palabra «zombi» de forma mucho más laxa y a menudo metafórica, para referirse a cualquier persona u objeto considerado «extraño», que se mueve lentamente e ignora su entorno.
Pero, ¿existen realmente en la naturaleza los zombis o seres parecidos a los muertos vivientes? Y si es así, ¿qué son y cómo llegan a ese estado de «ni vivos ni muertos»? Y los humanos, ¿también pueden convertirse en zombis?
Definición de «zombi»
Empecemos por tomarnos un momento para pensar de qué estamos hablando. El significado del término «zombi» ha evolucionado a lo largo de los años y se ha asociado a muchos conceptos. Entre ellos, la esclavitud, el vudú, la reencarnación, los fantasmas, la peste y, a veces, incluso la radiación y la infección. 🩸
Los zombis pueden ser muertos reanimados, seres humanos completamente inconscientes o incluso seres totalmente sobrenaturales (y por tanto inventados). En la ficción zombi moderna, tienden a ser de la variedad reanimada. La gran mayoría son lentos, errantes e incontrolables. Algunos pueden conservar algo de memoria, personalidad o incluso inteligencia, mientras que otros no muestran nada de esto y simplemente parecen completamente idiotas, con el único objetivo de la carne humana. 🔪
No todos los zombis están motivados por el consumo de cerebros humanos, no todos transmiten su enfermedad por mordedura (a veces se contagia por virus aéreos o insectos portadores de enfermedades) y no todos son de origen humano (los perros zombis son un buen ejemplo).
Los zombis existen
Sí, ¡los zombis existen de verdad! Pero no de la forma que conocemos. Estamos hablando de «hormigas zombis». Y por algo se empieza.
Debido a sus cerebros y sistemas inmunológicos rudimentarios, las pequeñas criaturas son más vulnerables a los parásitos que las obligan a perder el control. Pero no te alegres demasiado rápido… los animales más complejos, incluidos los humanos, no son inmunes al control mental parasitario. De hecho, el mecanismo que lleva a la transformación de las hormigas mencionadas también forma parte de nosotros. 🧐
¿Cómo funciona?
Como hormiga, este animal puede ingerir partes de un hongo parásito llamado «Ophiocordyceps unilateralis». Rápidamente, la hormiga empieza a caminar desorientada y luego, a diferencia de las hormigas no infectadas, se aleja de sus compañeras trepando por un árbol o una ramita, para acabar cayendo. El hongo actúa en el interior de la hormiga, modificando su comportamiento y sus acciones, hasta matarla. 🐜
¿Cómo ocurre esto?
A través de sustancias químicas. Más concretamente, sustancias químicas que interactúan con el sistema nervioso de la hormiga (incluido su cerebro). Todos tenemos sistemas nerviosos con receptores químicos, lo que significa que cualquier parásito simplemente tiene que crear la mezcla química adecuada e introducirla en nuestro cuerpo para controlarnos. Esto es más difícil para criaturas más grandes y complejas como los humanos, pero puede que este fenómeno no se limite sólo a las hormigas zombi.
Existe un mundo de plantas y animales que toman el control de otras especies, convirtiéndolas en esclavos descerebrados…
Vea nuestra infografía sobre las hormigas zombi.
Pasemos a ejemplos más complejos. Echemos un vistazo a los gusanos que manipulan grillos. Los «gusanos gordianos» viven durante meses dentro del acogedor cuerpo de un grillo. Entonces, gracias a su influencia, los grillos buscan agua y se lanzan al agua, una actividad peligrosa para los grillos, que abandonan su hábitat en el proceso. Los gusanos se esconden y ponen sus huevos. Cuando los huevos eclosionan, los gusanos pasan a veces a un huésped intermediario -insectos como mosquitos que se alimentan de las larvas- hasta que a su vez son devorados por un grillo… y así sucesivamente. Al igual que las hormigas, el mecanismo que utiliza el gusano para controlar a su huésped es la creación de sustancias químicas que afectan al sistema nervioso central del grillo.
Zombis y Toxoplasma
Si alguna vez has tenido un gato o has estado en contacto con carne poco hecha, podrías ser portador de un parásito llamado Toxoplasma gondii. Alrededor de un tercio de la población es portadora. Este parásito puede causar una infección conocida como toxoplasmosis, que suele considerarse benigna en la mayoría de las personas. Sin embargo, puede causar complicaciones en las mujeres embarazadas.
También hay indicios que sugieren que los adultos infectados por el parásito pueden mostrar cambios en la personalidad, como una mayor temeridad, que puede conducir a una mayor propensión a correr riesgos imprudentes y, por tanto, a la muerte. Todavía se está estudiando el alcance de los cambios en la personalidad humana causados por la toxoplasmosis, pero sí sabemos que puede ser devastadora para los ratones. Los ratones y ratas infectados pierden el miedo a los gatos, por lo que es más probable que se los coman. 🐁
El hecho de que el toxoplasma, un organismo unicelular, pueda alterar la mente de los mamíferos sugiere que es más probable de lo que pensamos que nos veamos afectados por cambios de personalidad inducidos por el parásito. Así que no es imposible imaginar parásitos capaces de volvernos agresivos, reducir nuestra aversión al canibalismo, o incluso darnos un andar lento y la mirada perdida…. 🧟♂️
Zombis humanos y enfermedades
Pasemos ahora a las enfermedades cuyos síntomas en humanos son más visibles. Qué hay de los problemas de coordinación, los temblores y los movimientos espasmódicos de las extremidades? Los síntomas del kuru, una enfermedad incurable de las regiones tribales de Papúa Nueva Guinea, pueden parecerse a los de los zombis. Pero en realidad es una forma invertida de la enfermedad zombi, porque es el canibalismo humano el que la causa, en lugar de una enfermedad que conduce al canibalismo. (Así que, en caso de apocalipsis, piénsatelo dos veces antes de considerar el canibalismo como solución… podría convertirte en zombi)…
Merece la pena mencionar el kuru en el contexto de los zombis, no sólo por sus vínculos con el canibalismo y sus síntomas similares a los de los zombis, sino también porque es la primera enfermedad priónica (enfermedades que atacan el sistema nervioso) conocida en humanos. Otras enfermedades priónicas son la variante más conocida de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que provoca una rápida degeneración del cerebro. 🧠 Los síntomas, como demencia, pérdida de memoria, cambios de personalidad, psicosis, movimientos espasmódicos, dificultad para caminar y movimientos involuntarios, ¡son aterradores y parecidos a los de un zombi!
Las enfermedades priónicas actúan afectando al sistema nervioso, y los propios priones son pequeñas proteínas deformadas que transforman otras proteínas para propagarse por todo el cuerpo. En ocasiones, los síntomas de estas enfermedades pueden tardar décadas en aparecer, pero acaban manifestándose de forma catastrófica y siguen siendo incurables a día de hoy. Es más, no hace falta comerse a otro ser humano para contraer una enfermedad priónica. Puede transmitirse por el consumo de carne contaminada, transfusiones de sangre o el uso de material médico no esterilizado. 💉
Zombis y el virus de la rabia
Buscando posibles zombis agresivos en el mundo real, llegamos al «virus de la rabia», que algunos afirman que es el virus que inspiró el género zombi moderno. La rabia afecta a mamíferos como gatos, perros, vacas y… humanos. 😵
La rabia actúa infectando también el sistema nervioso. Síntomas como la violencia, la incapacidad de mover partes del cuerpo, la confusión y la pérdida de conciencia reflejan fielmente las manifestaciones de los zombis modernos. Es más, al igual que el kuru y el VMCJ, la rabia conduce a la muerte. Sin embargo, esta estrategia de dominación zombi global no es sostenible. A pesar de ello, es posible que algún día la rabia se convierta en algo más. Si se propaga más rápidamente o causa una muerte más lenta, o ninguna muerte en absoluto, ¡entonces podríamos estar ante una enfermedad muy parecida a la de los zombis!
¿Son posibles los zombis humanos?
Los ejemplos mencionados anteriormente responden a la pregunta de si una pérdida de autocontrol lo suficientemente grave puede conducir a un estado similar al de un muerto viviente. En la mayoría de los casos, se trata de un «contagio» que puede volver agresivos a quienes lo padecen. Sin embargo, se puede argumentar que ninguno de estos ejemplos se asemeja realmente al estado de no-muerto que se representa en las películas de zombis.
La hormiga zombi puede seguir caminando hasta morir, pero sin intención de matar o hacer daño a los demás. Los ratones modificados por toxoplasma pueden haber perdido parte de su identidad anterior, pero siguen vivos (hasta que se los comen los felinos). Y cuando los humanos con kuru o rabia sucumben al virus, no vuelven de entre los muertos…
Los avances médicos han prolongado nuestras vidas y han cambiado nuestra definición de la muerte: reanimación, desfibrilación, cirugía, reanimación del coma… Sin embargo, estas intervenciones médicas no tienen nada que ver con volver de la muerte. Aunque un trauma cercano a la muerte puede cambiarnos, nadie que haya sido reanimado se ha convertido en zombi.
Por eso, después de haber proporcionado toda esta información, podemos afirmar sin lugar a dudas que ¡los zombis (humanos) no existen!
Conviértete en el zombie de tus sueños
Ahora ya conoces todos los secretos sobre ser o no un zombie. Sabes que los muertos vivientes existen, pero no entre los humanos. También acabas de saber cómo un simple virus podría convertir a toda la población en un ejército de personas deseosas de devorarse entre sí…. 😈 🔥PRODUCTOS DEL MOMENTO🔥